No se sabe dónde está su cuerpo, cuál será el programa de su último show ni quién pagará esta última bacanal.
Pero estos detalles no detienen a los seguidores de Michael Jackson ni apagan la curiosidad morbosa que esta figura del espectáculo suscita.
Ayer se anunció oficialmente que los servicios funerarios y el último adiós al llamado rey del pop tendrán lugar el próximo martes en el centro Staples de Los Ángeles.
Inmediatamente después, la Red se colapsó cuando la promotora AEG Live informó de que sorteará 17.500 entradas gratis para asistir a la ceremonia entre aquellos que registren sus datos en una página web. La oferta está reservada a residentes en EE UU, dado que dicha página (www.staplescenter.com) solicita un distrito postal local para apuntarse al sorteo.
El directivo de la promotora, Tim Lieweke, lo dejó bien claro: "La familia de Michael Jackson quiere ofrecer una celebración mundial" en honor a la estrella fallecida hace ya más de una semana.
Los fallidos preparativos en su rancho Neverland, el paraíso Jackson, dejan, pues, finalmente paso a un homenaje en el centro Staples, donde el cantante preparaba su gira y cuyo escenario fue el último en sentir la magia del cantante la noche antes de su muerte. La ceremonia será retransmitida de forma gratuita a todo el mundo a partir de las diez de la mañana, hora local, del próximo martes.
El domingo se sabrá quién ha sido agraciado con la suerte de una entrada. Y ahora viene el pequeño problema: tanto Lieweke como portavoces de la policía y de la ciudad de Los Ángeles dejaron claro que nadie podrá acceder sin su correspondiente entrada, y la página de Internet abierta para conseguir el ticket de la suerte está colapsada desde el momento en que tuvo lugar el anuncio.
Sobre el servicio sólo se sabe que no habrá comitiva fúnebre. El resto es una gran incógnita. Acerca de la presencia del cuerpo de Jackson, los miembros de la familia o los amigos que asistirán a la ceremonia, nadie da detalles. Ni tan siquiera está confirmado el lugar de la última morada de Jackson, aunque los medios de comunicación ya han desplegado sus efectivos junto al cementerio Forest Lawn, en las colinas de Hollywood, donde todo apunta a que el cantante será enterrado. El circo Jackson, una vez más, está montado.
Quién pagará por esta última bacanal es otra de las dudas. La concejal de Los Ángeles Jan Perry confirmó que la ciudad tiene un presupuesto para "situaciones extraordinarias", aunque, añadió, "agradeceremos toda la ayuda que recibamos", mientras aseguraba que hasta el momento la familia Jackson no se ha rascado el bolsillo.
